
Akelarre: ¡Final Explicado! ¿Son o no son brujas? – Akelarre, película de Cine histórico y drama. Coproducida entre España y Argentina. Ambientada en 1609, en el País Vasco. Dirigida por el cineasta franco-argentino Pablo Agüero. Se encuentra disponible en Netflix desde el 11 de marzo de 2021.
Un grupo de inocentes jóvenes son arrestadas y acusadas de brujería por el juez Rostegui, quien hace todo lo necesario para que confiesen que saben sobre el akelarre, ya que las vieron cantar en euskera y bailar en el bosque. Ellas por su parte idearan un plan para escapar.
¿De qué trata “Akelarre”?
Akelarre, cuenta la historia de un grupo de brujas que deben hacer frente a la inquisición. La trama se desarrolla en el año 1609 en los territorios vascos. Se muestra el estilo de vida en ese año, mientras los hombres pescan, las mujeres atienden sus hogares y dirigen.
Un día, Ana está en una fiesta con varias jóvenes en el bosque. El Juez Rostegui, tenía a su mando varios funcionarios del rey, estos encontraron a las chicas e inmediatamente las acusaron de ser brujas. Luego de esto, estos se centraron en investigar acerca del Aquelarre de las jóvenes.
Para ello, estos tratan de hacerlas confesar, creen firmemente que Lucifer las atrajo de alguna forma para que fuesen brujas. Quieren saber cómo son reclutadas y cómo son llevadas a cabo las ceremonias de iniciación. Para los investigadores del rey, el Aquelarre es una ceremonia en la que el diablo inicia a sus seguidoras.
A lo largo de la película, el feminismo de las protagonistas pone en evidencia las actitudes ignorantes que se presentaban en la época medieval. Ana y sus acompañantes, con tal de salvarse, inventan historias para entretener a los inquisidores y distraerlos.
Final explicado de “Akelarre”
Cuando todas las jóvenes se encontraban en la hoguera y estaban siendo torturadas, Ana elabora un plan para salvar a sus acompañantes y hace una confesión. Dice que la única bruja era ella y que les hizo un hechizo a las demás para ofrecérselas a Lucifer. Asimismo, asegura que las demás no saben nada sobre lo qué pasó.
Ana sigue con su relato, mientras el Juez la escucha y la mira, se siente atraído por su gran belleza. Sin embargo, él piensa que eso sucede por sus poderes de bruja y la presencia de seres malignos. Piensa todo menos que ella solo está ganando tiempo para que los hombres que andan pescando vuelvan.
Los jueces en un momento comienzan a pensar que el caso se está saliendo de control, así que sin más deciden sentenciarlas a la hoguera. Pero, Rostegui está atraído aún por la hermosa joven Ana, así que le pide que ejecute el Sabbat en ese momento. El grupo de “brujas” montan un espectáculo.
Comienzan a cantar y una de ellas empieza a retorcerse hasta que el ambiente se torna tenebroso y creíble. El Juez queda atrapado entre las jóvenes, mientras que sus guardias tratan de sacarlo de allí, las jóvenes intentan escapar. Estas llegan a un barranco y quedan acorraladas.
Sin más salida, le hacen caso al canto de una criada y saltan por el acantilado. Sin embargo, al final no se muestra el destino de las jóvenes, sino que sale el Juez con cara de loco, acabando de creerse las historias de Ana, asegura que estas salieron volando. Y al tratar de apuntar de nuevo hacia dónde están, lo único que hay es una antorcha tirada en el suelo.
Los guardias creen que murieron ahogadas en las aguas del mar, pero el Juez cree tanto en los cuentos que está convencido de que salieron volando y desparecieron en la nada. Al final se puede apreciar que todas eran acusaciones falsas y que las jóvenes fueron juzgadas incorrectamente. Además, pone al descubierto el temor de hombres con gran autoridad ante lo desconocido o cualquier cosa que amenace su poder.